Día 1: Diseño inicial

Nada más hacernos con estas reliquias nos planteamos una serie de objetivos, a saber:

- Restaurar el mobiliario (aunque estaba en buen estado, la idea es dejarlo como nuevo)
- Sustituir todos los componentes posibles (mandos, botones, cristal, metacrilato, etc.) por otros nuevos
- Añadir una fuente de luz (tubo fluorescente o similar) a la marquesina superior
- Añadirle la circuitería para el apagado/encendido de CPU/Monitor.
- Añadir dos botones más por jugador (a Lucas le gustan los "Beat'em up") y dos laterales para el Pinball
- Preparar un PC con todo el hardware de integración y el software y los emuladores necesarios
- Sustituir el sistema de sonido (monoaural) por un 2.1 (estéreo con subwoofer).
- Incorporarle un diseño chulo a la nueva máquina
- ... ¿Jugar? Eso era lo de menos.

Así que mientras Lucas (verdadero artífice de esta obra magna; yo estaba poco menos que de palmero) hacía inventario de todos los materiales y herramientas que íbamos a necesitar, yo me dediqué a tomar las medidas de la maka. Claro, que ya puestos, me bajé el Google Sketchup (¡que chulada de programa, pardiez!) e hice una maqueta como Dios manda:


En fin, mucha tontería y mucho vídeo virguero para lo que en realidad necesitábamos, que era anotar las medidas de la máquina para los diseños y las piezas a reponer (metacrilato y cristal de la pantalla).


En cuanto a las "artes", estuvimos viendo muchas opciones, pero finalmente optamos por encargárselo al grafitero/ilustrador/diseñador/artista de la familia: Berk. Por supuesto, le pasamos las medidas y le dimos libertad total para que refleje su gran capacidad creativa, todo ello a un "módico" precio (¡¡de gañoteeeerlll !!), aunque al final sí que le cayó alguna chuchería.


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