Bueno, una vez que las máquinas están ya prácticamente terminadas (ya iremos instalando el resto de emuladores sobre la marcha, de momento con los miles de juegos del MAME nos sobra), llega la hora de la labor más "intelectual" del proyecto: subir las máquinas a nuestras respectivas buhardillas. Es cierto que intentamos de forma infructuosa ubicarlas en el salón, pero problemas arquitectónico-conyugales impidieron darle esa solución menos costosa...para nuestros riñones.
¡¡ La leshe que M.A.M.É !!
La Maka de Carlotus
La Maka de Lucas en modo nocturno
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